Villaventosa es un pueblo en el que hace tanto tanto tanto tanto viento, que se recomienda que los niños salgan atados a la calle, que ser gordo es una ventaja para sobrevivir, que se come de lo que trae el aire y donde se practica el eolicismo, una religión en la que el viento es el centro de todo.
En mitad de ese mundo vive Cándido, un villaventoso que, como la mayoría, cree ser feliz pese a las complicadas circunstancias. Y así pasan los años hasta que Libertino, el único inconformista, habla de Villasoleada, un pueblo donde, en teoría, no llega el viento. Y aunque sus ansias de cambio no son bien encajadas por el alcalde ni por sus vecinos, que no creen en la existencia de un asentamiento así, Cándido decide emprender un peligroso viaje para encontrarlo.
Sergio Otegui Palacios ha escrito con Villaventosa una novela en tono de comedia que hará las delicias del lector. Pero detrás de tantas situaciones cómicas, que nos llevarán a conocer al oso ventiscoso, a los caracoles gigantes o un ingenioso aparato volador hecho con sombrillas, se esconde una reflexión profunda y maravillosa sobre la identidad y